domingo, 12 de agosto de 2012

Cracovia... y sus suburbios.

Amaparín apareció en la puerta de mi casa:
- "Pues si llevamos el mismo color de pelo" - fue lo primero que dijo. 
Aí comenzábamos nuestra aventura 2012. 

Después de darnos el "GRAN MADRUGÓN", cuyas consecuencias todavía seguimos arrastrando un par de días después, nos dirigimos al aeropuerto. Unas horas más tarde... llegábamos en un turbulento vuelo Ryanair a Cracovia, y no sólo por el movimiento, sino por el dolor de cabeza que te ponen entre las loterías, las ONGs , los cafés, los perfumes, el coche del sorteo y un largo etcétera de "chuminadas". 

Y sí... digo a Cracovia y no al hotel porque Amparín había reservado un hotel del tipo "tía que está sólo a 10 minutos". Lo que a mí no se me ocurrió preguntarle cuando lo reservó es: a diez minutos de dónde?????

Y como además nosotras somos chicas aventureras... pues noooooo podemos coger en el aeropuerto un taxi que cómodamente y por un precio módico nos acerque al hotel.... nooooo. Porque eso al fin y al cabo no tendría gracia.... Mejor cogemos un bus... y luego un tranvía.... y luego otro bus.... Y así, diez horas después de haber salido de casa... lleg'abamos a Apartamentos Vanilla que, en términos de localización lo asimilaríamos con un Getafe en Madrid. 


Pues sí, a 10 minutos estaba... del autobús que nos llevaría al tranvía que nos llevaría al centro.


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