jueves, 2 de junio de 2011
Mi camita en la cabaña que ocupábamos en el lodge Lago Sandoval. Con la malla para los mosquitos y otros bichos nocturnos. Claro que a los de la cabaña de al lado les entró una tarántula de patas rosadas (nos indicaron que las tarántulas son territoriales, pero en esta ocasión se habían desviado un poco de su territorio...) Pero como estamos hechas unas aventureras...
Tráfico en la ciudad de entrada a la Amazonia Peruana: Puerto Maldonado. Recuerdo que cuando en una "cafetería" le recordé a una "camarera" que no me había servido el café, me señaló, asintiendo, un bote de soja con caracteres chinos con un líquido oscuro en su interior. Al parecer, ahí estaba mi café (qué pavita... y yo esperándolo....)Mmmmmmmmmmm.
Creo que esta ciudad ostenta el récord (y tenía serios contrincantes chinos) del peor alojamiento en el que he estado en mi vida. Cada vez que me acuerdo...
Chinchero en solitario.
Aquí estuvimos un par de horas en silencio, las dos. Nos medio tumbamos en el borde de un acantilado cercano y escuchábamos los cencerros del ganado (cierto!) que había pastando por la zona. No se oía nada más. Una pasada la tranquilidad, las montañas de la sierra de Huaraz, al fondo... Una pasada, repito.
Aquí estuvimos un par de horas en silencio, las dos. Nos medio tumbamos en el borde de un acantilado cercano y escuchábamos los cencerros del ganado (cierto!) que había pastando por la zona. No se oía nada más. Una pasada la tranquilidad, las montañas de la sierra de Huaraz, al fondo... Una pasada, repito.
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