martes, 16 de agosto de 2011

Durmiendo con tu enemigo.

Ayer llegamos a Sapa después de una agotadora noche en el tren; Es curioso que cuando organizas estos viajes, siempre optimista, piensas "pasamos la noche en el tren y llegamos al destino a primera hora de la mañana. Así ahorramos tiempo y descansamos en el tren-cama" Y decir eso en un país donde las reglas sociales no son precisamente las occidentales, es mucho decir!

Pues sí: a las 21:10 partía nuestro tren-cama desde Hanoi rumbo a Sapa, base estratégica para visitar "las tierras altas" de Vietnam y sus tribus del norte, lindando ya con territorio chino.

Ciertamente nadie dudaría de que los chinos ocuparon este territorio durante cientos de anyos y de que dejaron su herencia -aunque los vietnamitas renieguen de ésta-. Pero vamos... cuando empiezas a verles sorber los noodles con esa orquesta sinfónica tan conseguida, lo piensas, y cuando ves sus wc's al estilo "agujero en el suelo" te reafirmas.

Pues a lo que iba. Yo tenía la esperanza de que en la cabina de noche nos tocara un par de chicas occidentales pero NO: cuando las vi entrar con sus bolsas para el mercado pensé "hoy no dormimos". Y así fue. Se pasaron la noche cacareando (no lo tengo claro, pero el vietnamita también es una lengua tonal, no? Pues imaginad...) y hablando por el móvil.
Alguien debi'o escuchar mis plegarias porque a las 3.30 de la madrugada abandonaron la cabina y se unieron a unos hombres vietnamitas en camiseta blanca de tirantes sudorosa -sexy sexy- que jugaban animadamente al póker en otra de las "habitaciones". Y es entonces cuando pudimos echar una cabezadita hasta las 5.00, hora a la que llegábamos a Lao Cai.

Bajamos del tren un poco atontadas y agradeciendo la bajada de temperaturas después de llevar ya cuatro días pegadas a la ropa. Y allí estaba nuestro "interlocutor" Kong, listo para trasladarnos al pueblo de Sapa. Did you sleep well last night?, me preguntó. Con la cara que le puse no volvió a preguntar por el tema.

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